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El giro populista de Santos

El giro populista de Santos

Editorial –

El Colombiano, Medellín

Mediante un arriesgado giro de timón, el Presidente Juan Manuel Santos acaba de encaminar su Gobierno hacia el populismo.

Con un as que parece sacado de la manga, dada su evidente falta de planeación, anunció que dará vivienda gratis a los colombianos más pobres.

Sana intención que no estaría mal si un anuncio de tal dimensión fuera acompañado de cifras concretas en torno a su financiamiento y ejecución.

Sin duda, la vivienda es una necesidad sentida de un buen número de familias colombianas en condiciones de pobreza.

El Plan de Desarrollo 2010-2014, Prosperidad para todos, estableció que 1.200.000 hogares presentaban déficit cuantitativo de vivienda, en 2009. Y fijó la meta de construir, en el cuatrienio, 500.000 soluciones de interés social a través del Subsidio Familiar de Vivienda (SFV).

En este orden de ideas ¿qué pasará con el programa SFV que con el transcurso de los años se ha venido ajustando para garantizar, a través del otorgamiento de un subsidio y un crédito en condiciones favorables, el acceso a la vivienda por parte de los grupos de menores recursos?

Al no estar el nuevo programa en el Plan de Desarrollo no existe un sustento presupuestal. Para saber de dónde saldrán esos recursos habrá que esperar el proyecto de ley que, con carácter de urgencia, se presentará al Congreso.

Surgen diversas dudas respecto a su viabilidad. ¿Cómo se va a armonizar este intempestivo impulso con la regla fiscal y la sostenibilidad fiscal en un entorno de crecimiento que, en lo nacional, comienza a presentar ligeros signos de desaceleración y que en lo internacional no muestra señales firmes de recuperación?

Las proyecciones de crecimiento económico de Colombia muestran que en 2012 y 2013 este será menor al de 2011. Además, no es claro que el «boom» de precios de los bienes básicos se prolongue por mucho tiempo.

Todo esto afectará, muy seguramente, los ingresos del sector público, impidiéndole cumplir las metas y compromisos de déficit del gobierno central y su financiamiento.

El país ha encontrado que una de las maneras de ser más eficaces, de focalizar y evitar «fugas» en los programas sociales es a través del otorgamiento de subsidios condicionados, como el de Familias en Acción.

Con el nuevo programa, y en especial por el hecho de que se pretende entregar subsidios del ciento por ciento, pareciera negarse esta saludable práctica.

Hay otro asunto que los congresistas tendrán que dilucidar, pues según la Constitución Política (Art. 355) ninguna rama del poder público puede hacer donaciones a ninguna persona, natural o jurídica, de derecho privado.

Entregar viviendas «completamente gratis», equivale a donarlas. Seguramente en el Congreso se le colgarán las arandelas jurídicas que esquiven esta prohibición constitucional. En otras palabras, el plan de vivienda gratis tendrá su letra menuda.

Lograr que los colombianos más pobres tengan una vivienda digna es una meta noble y exigible a cualquier gobierno. Lo que no cuadra es dónde, cuándo y cómo se harán esas primeras 100 mil viviendas gratuitas que anuncia Santos.

Lo que sí se ve muy claro es la movida política del nombramiento de Germán Vargas Lleras para liderar este programa. Sabemos de su apetito electoral. Y si no, cómo explicar que para un programa de lucha contra la pobreza se designe a un político profesional, no a un técnico ni a un experto en el tema.

Que sea un político no es de por sí malo, pero sí es indicativo de la finalidad política y electoral de la decisión.

Colombia: El fuero militar

Colombia: El fuero militar – por Juan Carlos Vélez Uribe

Para ganarle la guerra a la guerrilla y a las bacrim necesitamos una fuerza pública motivada.

En las últimas semanas el tema del fuero militar ha estado en primer nivel de debate por parte de la opinión pública nacional. Sin embargo, a mi modo de ver, no se ha podido explicar en detalle en qué consiste la discusión que en torno a este se ha venido suscitando.

En primer lugar, la Constitución Nacional en su artículo 221 dice que “de los delitos cometidos por los miembros de la fuerza pública en servicio activo y en relación con el mismo servicio, conocerán las Cortes Marciales o Tribunales Militares, con arreglo a las prescripciones del Código Penal Militar…”. Es decir, que el fuero militar es una condición especial para el juzgamiento de los policías y soldados cuando realizan conductas propias de su actividad.

En segundo lugar, queda muy claro que cuando ellos cometen delitos comunes, como robar una farmacia cuando se está de licencia, serán procesados por la justicia ordinaria. Lo mismo sucede cuando ellos cometen violaciones al Derecho Internacional Humanitario (DIH); por ejemplo, cuando en una operación militar asesinan a los enemigos que se entregan o se encuentran heridos.

La discusión y el debate que hoy existe se debe a que hace unos seis años, el Ministro de Defensa de la época, Camilo Ospina, y el Fiscal General de la Nación, Mario Iguarán, firmaron un acuerdo interadministrativo con el fin de que en todo acto de combate donde se presentaran bajas, el ejercicio de la acción penal le correspondiera a la Fiscalía y no a la justicia penal militar, como había sido siempre. Esto último era ilógico, porque un combate donde mediase una orden de operaciones se consideraba como un acto propio del servicio.

Esta decisión por parte de ambos funcionarios del Estado ha llevado a vincular a un número muy importante de militares y policías a procesos penales, lo que a su vez ha generado una parálisis en la actividad de la fuerza pública. La pregunta que se hacen mucho militares hoy es: ¿Para qué voy a realizar una emboscada si inmediatamente quedaré en manos de un fiscal? Es más fácil, entonces, no hacer nada.

La propuesta que hace parte de la Reforma a la Justicia referente al fuero militar, pretende darle prioridad a la justicia penal militar y no a la justicia ordinaria en cuanto al ejercicio de la acción penal cuando se realizan conductas propias de la actividad militar o policial. Si hay violación a leyes penales comunes o al DIH, será la justicia ordinaria la que los procese, así medie orden de operaciones militares.

El Gobierno Nacional acaba de radicar un nuevo proyecto de reforma constitucional para fortalecer el fuero militar, pero, tengo que decirlo con toda sinceridad, esa propuesta no resuelve la problemática que alegan padecer los militares en Colombia. En una encuesta reciente, el 85 por ciento de ellos respondió que lo que más los preocupaba era la inseguridad jurídica, que los estaba llevando a un momento de confusión que nunca antes habían padecido.
Para ganarle la guerra a la guerrilla y a las bandas criminales -bacrim- necesitamos una fuerza pública motivada. Por ello, seguiremos dando la batalla en el Congreso para garantizarles seguridad jurídica en sus actuaciones militares o policiales.

Colombia: Piedad Córdoba y el Partido Comunista Colombiano se integran a Marcha Patriótica

Colombia: Piedad Córdoba y el Partido Comunista Colombiano se integran a Marcha Patriótica – Prensa Rural

El nuevo movimiento Marcha Patriótica recibe el apoyo del importante sector liberal que lidera Piedad Córdoba y muchos dirigentes nacionales agrupados en Izquierda Liberal en Marcha. Marcha Patriótica realizará su encuentro de lanzamiento nacional el próximo 21, 22 y 23 de abril en Bogotá con presencia de miles de delegados de todo el país. La Marcha Patriótica ha sido un proceso supuestamente convocado y alimentado por organizaciones sociales, populares, estudiantiles, sindicales, campesinas, indígenas, afro-colombianas, de mujeres, de trabajadores, desempleados, jornaleros, vendedores ambulantes etc., Al cual se han integrado además, el Partido Comunista Colombiano PCC y otros sectores políticos y sociales, de izquierda y populares.

El 11 de Abril, se instaló formalmente la Comisión Nacional de Izquierda Liberal en Marcha, una tendencia política, que se constituyó, para rescatar la esencia participativa del liberalismo, arrebatada por los sectores retardatarios liderados por el neoliberalismo que desinstitucionalizaron al Partido del Pueblo.

La reunión se realizó en el Club de Ejecutivos de Bogotá, en desayuno de trabajo al que asistieron los miembros de dicha Comisión Nacional: Juan Manuel López Caballero, Piedad Córdoba Ruiz, Alfredo Beltrán, Eduardo Verano de la Rosa, Eduardo Sarmiento, Armando Palau Aldana, Jaime Pulido, Catalina Daniels, Héctor Moreno, Ramiro Jurado, Amylkar Acosta, Ernesto Guarnizo (Vocero de Jaime Arenas), Eder Madera (Vocero de Oscar Galán), Mauricio Gómez, René Flórez y Waldir Rentería (Vocero de Carlos Palacio). A esta sesión de trabajo asistió como invitado especial el Ex Presidente Ernesto Samper Pizano.

La Comisión Nacional de Izquierda Liberal en Marcha, aprobó los documentos que le fueron encomendados por los 462 Delegados de los departamentos de Antioquia, Atlántico, Caldas, Casanare, Cauca, Chocó, Cundinamarca, Guainía, Huila, Magdalena, Meta, Nariño, Norte de Santander, Quindío, Santander, Sucre y Valle del Cauca, y Bogotá, que asistieron a la primera Cumbre Nacional, celebrada en el Distrito Capital el pasado 17 y 18 de Marzo. La Comisión designó como Vocero Político a Eduardo Verano de la Rosa, como Vocera Organizacional a Piedad Córdoba y como Gerente Financiero al empresario vallecaucano Ramiro Jurado.

Se emitió la Declaración Política, en la que se precisó que la Declaración Ideológica del Partido Liberal, consagró que este tiene carácter pluralista y constituye una coalición de matices de izquierda democrática, en contraste con las formulaciones neoliberales que promueve el capitalismo salvaje.

Se reiteró el compromiso ideológico del Izquierda Liberal en Marcha, de luchar por la resolución de los problemas estructurales económicos, sociales, culturales y políticos de nuestra atribulada patria, promocionando la intervención del Estado, la promoción del ser humano y la defensa de los derechos fundamentales, la búsqueda de un desarrollo social sustentado fundamentalmente en la educación y la salud públicas, concibiendo al Estado y la economía al servicio de los seres humanos, garantizando siempre la igualdad de oportunidades para todas las personas, combatiendo y regulando los monopolios y las posiciones dominantes en los mercados, especialmente en los medios masivos de comunicación social, en defensa de la función social y ecológica de la propiedad privada como bandera liberal.

Igualmente se formalizaron las decisiones de la Primera Cumbre Nacional: impugnar judicialmente la ilegalidad de la contra-reforma estatutaria liberal; el rechazo a la reforma a la justicia, a la re-elección del Procurador General de la Nación, a la consagración del fuero militar, al desarrollo de los proyectos del Quimbo, Páramo de Miraflores, y Pacífico Rubiales, así como a las iniciativas de la Locomotora Minera del gobierno nacional, por ser contrarios a los postulados liberales.

Se rechazó la política financiera de capitalización de intereses para los créditos hipotecarios, que van en detrimento del derecho a una vivienda digna.

Se respaldó a la Mesa Ampliada Nacional de Estudiantes MANE, como movimiento universitario que aboga por una educación superior gratuita. Igualmente se reiteró la integración a la Marcha Patriótica. Se abogó por la solución negociada del conflicto armado colombiano, dejando constancia que la llave para la paz la tiene el pueblo colombiano.

 

“Quiero mi dinero, baby”, la frase que desató el escándalo en Colombia

“Quiero mi dinero, baby”, la frase que desató el escándalo en Colombia

La joven colombiana Dania Suárez, de 24 años, aparece en una foto tomada de Facebook. Suárez es el centro de atención del escándalo que sacude al Servicio Secreto. Foto tomada de Facebook

Alfonso Chardy

Cartagena, Colombia — La Fiscalía General de la Nación ha iniciado una investigación sobre el escándalo de prostitución que estremece al Servicio Secreto de los Estados Unidos, por la preocupación de que jóvenes menores de edad pudieran estar involucradas en el hecho.

Funcionarios de la Fiscalía General en Cartagena han hablado con empleados del hotel donde estalló el escándalo y con un taxista que llevó a su casa a una de las “damas de compañía” que pasó la noche con uno de los agentes del Servicio Secreto que estaban en Colombia para proteger al presidente Barack Obama, durante la Cumbre de las Américas celebrada en esa ciudad.

La denuncia de esa mujer de que no recibió el dinero que pedía por sus servicios desencadenó el escándalo, de acuerdo con una alta funcionaria del gobierno colombiano.

El escándalo se originó cuando un agente del Servicio Secreto supuestamente no quiso pagarle $800 a su “dama de compañía” Dania Suárez, de 24 años, después de que ella durmió una noche con él.

“Quiero mi dinero, baby”, le dijo Suárez, quien es madre soltera, al agente, según el diario The New York Times.

La joven abandonó su casa el viernes después de que fotos de ella —en traje de baño y con otras ropas— aparecieron en diferentes medios. Las fotos han sido publicadas por todo el internet. La presencia de miembros de la prensa en las afueras de su casa en Cartagena creó el caos.

Mientras tanto, agentes de la policía acudieron a por lo menos uno de los clubes de entretenimiento para adultos vinculados al escándalo para verificar las tarjetas de identificación de las mujeres y establecer su edad, afirmó un empleado del club.

La preocupación de los funcionarios colombianos ante la posibilidad de que menores de edad pudieran estar vinculadas al escándalo que envuelve a los agentes del Servicio Secreto y militares estadounidenses, añade una grave dimensión al escándalo en el que supuestamente participaron 21 prostitutas colombianas que prestaron servicios sexuales a 11 agentes y 10 militares en el Hotel Caribe en el balneario colombiano.

En Washington, versiones prensa indicaron que hasta ahora seis agentes del Servicio Secreto han sido separados de las filas. Dos de ellos, supervisores, fueron separados de sus cargos el jueves: Greg Stokes, quien trabajaba en una unidad con perros, y David Chaney, a quien se le permitió retirarse. A un tercer empleado se le permitió renunciar.

Chaney escribió en su pagina Facebook que durante la campaña presidencial del 2008 el “realmente estaba mirando” la figura de Sarah Palin, candidata a la vicepresidencia durante la campaña de John McCain.

Ni el empleado del club ni la Fiscalía General de la Nación hicieron comentarios sobre la investigación o el operativo policial en Pleyclub, uno de los clubes nocturnos relacionados con el escándalo.

Sin embargo, la investigación fue confirmada por la alta funcionaria colombiana que pidió que su nombre y puesto no fueran identificados porque no tenía autorización para hablar sobre el caso.

“La prostitución que involucra a los adultos no es un delito en Colombia, pero es un delito cuando los menores de edad que son inducidos a ejercerla y esta es la razón por la cual el gobierno está tratando de verificar si hubo menores de edad involucrados”, afirmó la funcionaria.

Hasta el momento, agregó, las autoridades no han encontrado ninguna evidencia de que menores de edad estuvieran involucradas y por ende la investigación por ahora no “tiene connotación penal”. Una de las maneras en que los investigadores han verificado las edades de las mujeres es mediante la revisión de la información recogida por el hotel de las tarjetas de identificación, cuya presentación es requerida en la recepción para entrar en las habitaciones con huéspedes.

Los ejecutivos del hotel y los trabajadores se han negado a hablar sobre el caso.

La funcionaria colombiana negó las informaciones de que los investigadores habían allanado las discotecas y centros nocturnos donde trabajan mujeres jóvenes, pero un empleado del Pleyclub confirmó que la policía había estado allí la noche del jueves verificando las edades de las mujeres a través de sus tarjetas de identificación.

En Colombia, una persona de 18 años es considerada adulta.

El escándalo comenzó en la madrugada del jueves 12 de abril, cuando una de las mujeres, identificada como Dania Suárez, se quejó en voz alta en un pasillo del Hotel Caribe que el hombre que la había contratado no le había pagado el precio acordado: $800.

Después de que los agentes de policía y personal del hotel se personaron en el lugar, la mujer al parecer recibió algo más de dinero y salió de la instalación de vuelta a su casa en un taxi del hotel.

El chofer, José Peña, no pudo ser localizado el viernes después de que la Fiscalía General lo convocó para una entrevista.

Mientras tanto, Suárez —que concedió una entrevista a The New York Times a principios de semana— se ha ido de su casa en la comunidad de Bello Rincón, en las afueras de Cartagena. Hombres y mujeres en dos taxis estuvieron en la vivienda durante la mañana del viernes sacando maletas y otros artículos, incluyendo la jaula de un animal pequeño. Suárez aparentemente vivía en el segundo piso de un edificio de la comunidad Bello Rincón, cerca de la playas que dan al mar Caribe..

También el viernes, un abogado de Cartagena, Marlon Betancourt, confirmó que Suárez había contratado sus servicios. Betancourt no reveló en una entrevista telefónica cuál será su estrategia legal.

“Todavía estamos trabajando en eso y no estoy preparado para decir específicamente lo que pretendemos hacer hasta más tarde”, comentó. “Nuestro objetivo es restablecer la tranquilidad y los derechos que mi clienta tenía antes de este evento”, añadió.

En entrevistas con reporteros, Betancourt aseguró que Suárez había salido de Cartagena y se escondía porque estaba molesta con la publicación de las fotos suyas.

 

Colombia: Desde la cumbre, los buitres nos esperan

Colombia: Desde la cumbre, los buitres nos esperan – por Dayi Sedano

En un articulo que publicó ayer el régimen cubano en el periódico Granma, titulado “Por la segunda independencia”, nos queda claro que los hermanos Castro tenían planeado sabotear la Cumbre de las Américas desde un comienzo; que junto a Chávez continúan fortaleciendo el modelo del socialismo del siglo XXI en Latinoamérica, y que a raíz de esos dos hechos, programan a su antojo las agendas de política exterior de los países alineados en la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA).

En primera medida, como en una lista de objetivos alcanzados, en el artículo se nombra y “se aprueba” cada uno de los “nobles” gestos de los presidentes que se solidarizaron con el tema de la participación de Cuba, considerando o exigiendo su inclusión en la Cumbre de las Américas realizada en Cartagena. Casi que con libreto en mano, señalan el rol de los presidentes indecisos, los enfermos y los trabajosos de última hora en un cronograma que comenzó en el pasado mes de febrero cuando se reunió el ALBA en Caracas. Además, como para no desentonar con el tono de amistad, también agradecen la visita a la isla por parte del ave de mal agüero y hasta elogian su papel como anfitrión de la cumbre.

Entre los escándalos y los shows mediáticos que tuvieron lugar en Cartagena resultó fácil dejar en segundo plano que hoy los cubanos sobreviven a una cruel dictadura que no respeta sus derechos fundamentales ni sus libertades individuales y que sus tiranos no tienen ninguna intensión de transitar hacia la democracia, siendo éste el único requisito a cumplir para poder participar en las Cumbres de la Organización de los Estados Americanos (OEA).

En ese sentido, la dictadura cubana manifiesta que la Cumbre de las Américas sólo ha beneficiado al “Norte”, e insiste una y otra vez con su discurso antiamericano, igualmente promulgado por todos sus seguidores, de que todos sus males son producto de un supuesto bloqueo (bastante diferente del embargo que en realidad existe) de los Estados Unidos a la isla. Al respecto Chávez exigió “el fin del vergonzoso y criminal bloqueo a la hermana República de Cuba: Bloqueo que, desde hace más de 50 años, ejerce el imperio, con crueldad y sevicia, contra el heroico pueblo de José Martí”.

A esta altura, y con muchos de los países miembros siguiendo órdenes de los Castro, el Granma ordena: “de la OEA, ese cadáver insepulto, ni hay que hablar”.

Como segunda medida, si bien el tema de la despenalización del consumo y venta de drogas ilegales sentó algún precedente en esta cumbre, comparto que no tiene sentido discutirlo si no están presentes todos los representantes de los países responsables del narcotráfico en la región. Por ejemplo, entre los que aún dicen no tener posición definida en el debate se encuentra Venezuela, país que constituye un punto estratégico en la cadena de distribución de drogas ilegales, especialmente en camino hacia Europa. Y con Chávez en el poder, entre su enfermedad, su patrocinio a Cuba y sus esfuerzos e intereses impulsando el socialismo del siglo XXI, lo que más se necesita son recursos, y las drogas legalizadas no dejarían la misma utilidad.

Por último, es necesario reconocer que el escenario regional les ha facilitado las cosas a los hermanos Castro. Los pronósticos acerca de un consenso son bastante precarios, motivo por el que no fue posible la firma de un documento final de la cumbre. El intercambio económico entre pares ha sido desmotivado por altas deudas, inseguridad reglamentaria para la inversión, políticas proteccionistas, y la integración regional ha sido sustituida por tratados de libre comercio bilaterales, firmados especialmente con los Estados Unidos. Los reclamos territoriales, tales como las islas Malvinas por parte de Argentina o la salida al mar que exige Bolivia, vuelven a mojar prensa convirtiendo el anhelado debate constructivo en una mera búsqueda de votos de apoyo. Además, Colombia, el país que por su ubicación geográfica conecta las Américas y que durante el gobierno de Uribe combatió las guerrillas, atacó los cultivos de coca y fue especialmente reacio a la política de sus vecinos; ahora parece empezar a contagiarse de la misma enfermedad de la que padecen todos sus nuevos mejores amigos.

Hoy por hoy, en nuestra colorida región la libre circulación de personas se aprovecha para cruzar drogas o esconderse de la justicia en otros territorios; las empresas no se privatizan si no que son víctimas de la expropiación y estatización por parte de los gobiernos (como si “todo su desarrollo” les alcanzara para meterse con esos chicharrones); la supuesta integración regional sólo alcanza para la foto grupal; la política exterior incluye falsos voluntariados para la liberación de rehenes y preocupantes capítulos de negociación con terroristas; y hasta salen figuritas desubicadas que se atreven a sugerir en territorio ajeno que los terroristas de las FARC deberían consolidarse en un partido político… Venimos aprendiendo bien de los Castro.

Curioso que el Granma nos diga que “de Cuba se deben ocupar los cubanos”; porque “aquellos cubanos” andan ocupados en cosas que inmiscuyen a toda nuestra región latinoamericana.

 

Colombia: Nostalgia del mamertismo

Colombia: Nostalgia del mamertismo – por Jaime Castro Ramírez

A la hora de cobrar cuentas políticas cuyos resultados no hayan sido favorables a las aspiraciones de sus actores, a quienes se les puede identificar como mamertos en ejercicio de su nostalgia de poder, no importa el argumento al que haya que recurrir para dramatizar ese impase que les representa un vacío en sus aspiraciones, muchas veces soterradas, de querer aparecer en el escenario político, donde difícilmente pueden estar por sus excesos de dialéctica convertida en hechos en contra de la institucionalidad, pero además, haciéndole el juego a los enemigos de la democracia.

Por estos días, después del 2 de abril de 2012, cuando se dieron las liberaciones de diez militares secuestrados, se escuchan comentarios con tinte de resentimiento por el supuesto “mal tratamiento” que el gobierno les dio a quienes esperaban el show político publicitario de ocasiones anteriores donde hacían política abiertamente con la liberación de secuestrados. Incluso en la gran prensa se observan protestas, caso concreto, Daniel Samper Pizano en su columna “Prohibido mencionar su nombre” de abril 8, donde habla de mezquindad de parte del presidente de la república al no mencionar específicamente a la señora Piedad Córdoba como autora de dichas liberaciones. Se sienten “ignorados”. Y agrega Samper refiriéndose a Piedad Córdoba: “sin cuya intermediación hubiera sido imposible el rescate”. Esto último es cierto, porque Piedad Córdoba hace de “intermediaria” de las FARC, y la reciprocidad que ha recibido ha sido la campaña política que le han hecho al Congreso de la república poniéndola como su vocera en las liberaciones a cuenta gotas, y exigiendo, a manera de chantaje, que solo a ella le hacían la entrega de los secuestrados. Qué mejor campaña, pero a costa de manipular el sentimiento humano de la gente.

Es apenas natural que los secuestrados fueran liberados, pues nunca debieron cometer esa ignominia contra ellos. Todo el mundo exigía que esas personas fueran devueltas a sus familias y a la sociedad. Entonces, el cuestionamiento obedece es a razones filosóficas fundamentales. No se puede interpretar como un favor de las FARC el hecho de devolverle la libertad individual a unas personas, pues simplemente la libertad es un derecho fundamental del ser humano, y como tal hay que respetarlo; pues lo que ocurrió fue un delito de lesa humanidad, en este caso llamado secuestro.

Sin embargo, hace falta un agregado muy diciente que tiene que ver con quienes fueron secuestrados y que nunca regresarán porque fueron asesinados por los secuestradores. Para solo citar unos ejemplos, tal es el caso de los once diputados del Valle del Cauca, los militares eliminados con tiros de gracia, el ex gobernador de Antioquia Guillermo Gaviria, el ex ministro de defensa Gilberto Echeverri, y tantos otros colombianos anónimos.

Como se puede observar, no se trata de acusaciones infundadas, y ni siquiera de verdades apriorísticas, pues los argumentos están sustentados con pleno conocimiento de causa y plena prueba; luego, en esta instancia del análisis, tal vez vamos llegando al plano de entender esa razón filosófica por la cual no se puede permitir que se violen los derechos humanos en una forma tan oprobiosa y luego salir a plantearle al Estado y a la sociedad un desafío, que consiste en que les devolvemos a unos secuestrados, pero a cambio de que el mismo Estado haga unas concesiones, es decir, negociar la ley dictando un paz y salvo judicial a favor de los criminales, pues a eso le apuntan en el paso siguiente donde exigen diálogos de negociación. Este planteamiento obedece a un elemental raciocinio que solo acude a la lógica que es propia del Estado de Derecho.

La sociedad puede perdonar, pero la ley no puede admitir la impunidad.

La solución al conflicto debe ser la que conlleva a que los actores del terrorismo se acojan a la desmovilización y consiguiente dejación de las armas. La Seguridad Democrática los había llevado a tal estado de derrota que no les quedaba otra alternativa. Alguien desprevenido podría preguntar ¿y qué ha pasado después? ¿Por qué ahora se habla de negociación política? Buenas preguntas para el actual gobierno.

AL MARGEN: La frase de “alta filosofía” política: “Álvaro Uribe es el pasado, yo soy el futuro”: Juan Manuel Santos.

 

Colombia: Nueva ofensiva de Hugo Chávez contra el ex presidente Uribe

Colombia: Nueva ofensiva de Hugo Chávez contra el ex presidente Uribe – por Eduardo Mackenzie

¿Por qué la prensa no admite que lo que hace en estos días Iván Cepeda no es una “denuncia ante la Fiscalía” sino una nueva fase de su obsesión convulsiva contra el ex presidente Álvaro Uribe para aprovechar la presencia en Cartagena de numerosos periodistas extranjeros por la Cumbre de las Américas?

¿O cómo se puede explicar que la supuesta “denuncia ante la Fiscalía” del vocero comunista coincida con la nueva cruzada de Telefarc (perdón, Telesur) contra el ex mandatario colombiano? El canal chavista presentó, en efecto, casi el mismo día de la gesticulación de Iván Cepeda, el primer tramo de un folletón tóxico intitulado “Expediente Uribe”, un montaje de imágenes y sonido realizado según la técnica stalinista de la mentira asombrosa.

Para estar a la altura de la nueva campaña del dictador Hugo Chávez contra el líder colombiano, Iván Cepeda propuso esta vez las imágenes de unas declaraciones (no se sabe obtenidas bajo qué presiones o qué promesas) de dos paramilitares presos, Pablo Hernán Sierra, alias “Alberto Guerrero”, y Juan Monsalve. El autor del nuevo montaje conoce a esos dos individuos desde hace años. Los dos figuran en un panfleto de calumnias alucinantes que él ayudó a redactar en 2007 contra el presidente Álvaro Uribe y contra la clase política colombiana.

Ese libro no solo difama al presidente Uribe. También es difamado el presidente Juan Manuel Santos quien aparece en una lista bajo el calificativo de “paramilitar que ha participado en crímenes”. Ese panfleto le da el mismo tratamiento al ex vice presidente Francisco Santos. El ministro Germán Vargas Lleras aparece allí como “paramilitar”. El General Oscar Naranjo Trujillo es mencionado como “narcotraficante”. La lista de calumniados es larga.

Ese libro, que todo el mundo parece haber olvidado, muestra lo que son las acusaciones de Iván Cepeda. Sorprende por eso que la Fiscalía tome en serio el nuevo montaje y declare, como si nada, según aseguró hace dos días la página web de RCN, que “ya se inició investigación preliminar contra el ex presidente Uribe ante la Unidad delegada ante la Corte Suprema de Justicia”. Parece, además, que el nuevo Fiscal General, Eduardo Montealegre, ya tiene cita con Iván Cepeda para que éste le dicte lo que debe hacer. En todo caso, Iván Cepeda explica que, en la reunión, Montealegre será notificado de “cuáles son los tiempos y los ritmos de esa investigación”.

Si esa es la “independencia” del nuevo Fiscal General, quien sin chistar se deja manosear de esa manera por el vocero extremista, puede ya la ciudadanía saber cuál será el resultado de la pretendida “investigación” de la Fiscalía.

La prensa dice que el parlamentario del Polo Democrático (comunista) trata de acusar a Álvaro Uribe por hechos supuestos  ocurridos “entre 1995 y 1997”. ¿Por qué Cepeda esperó hasta hoy para presentar esa denuncia? ¿Porque no tenía el aval de Caracas? Según un comunicado de Iván Cepeda, éste mostró unas fotos donde “se aprecian hombres de camuflado y con fusil al lado de cambuches”.

Quien se aparece con un puñado de fotos para sustentar una tesis es alguien sospechoso. Todo periodista sabe (o debería saber) que un individuo que propone imágenes como “prueba” de algo debe ser visto con recelo.

Pues la fotografía es fuente de manipulación. Toda persona sabe que ninguna imagen es neutra, que toda fotografía es una puesta en escena, que el fotógrafo puede escoger un ángulo, un plano, según lo que quiera decir, que una imagen puede ser utilizada para inducir en error. Sabe, además, que una imagen puede ser más fuerte que un escrito. Sabe, sobre todo, que una imagen, por todo lo anterior, puede modificar los comportamientos.

Quien propone fotos sabe lo que hace: él cuenta con la curiosidad natural, con el voyerismo espontáneo de ciertos públicos. El sabe que, en general, quien acepta esas imágenes acepta, sin pensarlo, la musiquita que las acompaña: la interpretación que se le ofrece. Incluso si el acto de recibir es consentido,  el acto de dar se convierte en una violación, en una tentativa de esclavizar al otro, en un intento de modificar su conciencia, para someterla a los más bajos instintos.

¿Iván Cepeda no oculta nada al proponer esas fotos? ¿No entra él en un juego de manipulación?

Si se examinan esas fotos se ve que éstas no prueban nada. ¿Un hombre disfrazado con fusil, gorra y camuflado, caminando por un potrero, o posando bajo un árbol, qué prueba? Nada distinto a lo descrito.

No hay nada más desacreditado hoy en día que la llamada “prueba por la imagen”. Pues nada es más modificable y adulterable que una fotografía. ¿Stalin no era experto, ya en 1930, en mentirle al mundo adulterando ciertas fotos?

En el nuevo circo de Iván Cepeda, admirador de Stalin en sus horas perdidas, cuatro personas, una sola armada, bajo una tolda de 2×2 metros bajo un arbolito demacrado en un potrero, es la gran prueba de que en ese lugar había un “grupo paramilitar”. ¿Quién puede creer eso? ¿No hace eso reír? Esa foto de los cuatro personajes muestra, como mucho, que en una finca hubo cuidanderos. ¿Tener cuidanderos en una finca, en una región expuesta a los desmanes de la criminalidad, es constituir un “grupo paramilitar”?

¿Ese es el nuevo embuchado que Iván Cepeda quiere hacer pasar? ¿Todo propietario que pretende cuidar su casa, o su terruño, o su hacienda, es ya un “paramilitar”? ¿Todo lote de tierra debe quedar sin protección alguna ante la delincuencia? ¿Esas es la nueva doctrina que la Fiscalía y el gobierno deben adoptar?

En todo caso, este nuevo escándalo estaba siendo impulsando tras bambalinas. Cepeda dice que la secretaria de la Unidad Delegada ante la Corte Suprema de Justicia le informó que la “investigación penal” contra el ex presidente Uribe había comenzado “el 10 de diciembre de 2011”, y que el encargado de ésta es el doctor Julio Ospino Gutiérrez. Al inventar un caso que habría ocurrido cuando Álvaro Uribe no era presidente de la República, Iván Cepeda espera utilizar los servicios del nuevo Fiscal General y evitar el trámite que exige la Constitución ante la Comisión de Acusaciones.

Sorprende, y mucho, el silencio de la Casa de Nariño ante la nueva maniobra del régimen dictatorial de Caracas contra un ex presidente de la República de Colombia. El presidente Juan Manuel Santos, a pesar de las diferencias que existen entre él y el ex presidente Uribe, no puede seguir callado, ni jugar el papel del mandatario neutral, ante la viciosa operación de Telesur y de Iván Cepeda contra los intereses y contra la soberanía de Colombia.

 

¿Cumbres? Las de antes

EL OBSERVADOR GLOBAL

¿Cumbres? Las de antes

Las diferencias entre el encuentro de Yalta de 1945 y el de Cartagena de este año ilustran cuánto ha cambiado el mundo

Los presidentes de Colombia y Bolivia posan antes de que inicie el partido amistoso entre los dos países. / RICARDO MORAES (REUTERS)

Dos cumbres: Yalta, 1945 y Cartagena de Indias, 2012. En la primera participan tres jefes de Estado; en la segunda, 30. En la primera, Stalin, Churchill y Roosevelt decidieron cómo iban a dividirse el mundo. En la segunda, los líderes hablaron. Y no tomaron decisión alguna con consecuencias para la gente de las Américas. En cierto modo, esto es bueno. Ninguno de los presidentes en esta Cumbre, ni siquiera Barack Obama, concentra tanto poder como los tres líderes reunidos en Yalta. Para darse cuenta de cuánto ha cambiado el mundo, basta leer esta poética nota oficial de los organizadores del encuentro de Cartagena: «El colibrí vuela rápido y llega muy lejos. Es, quizás, la única especie del reino animal que atraviesa el continente con una técnica impecable de vuelo… denominador común de los países del Hemisferio, desde Alaska hasta la Patagonia. Por todo ello, la figura de un colibrí de alas multicolores fue elegida como el logosímbolo [sic] de la Cumbre». ¿Cuál habrá sido el logosímbolo de la Cumbre de Yalta?, me pregunté. Y sonreí al imaginarme la reacción de Stalin o Churchill al leer algo como esto. Sí; es un mundo distinto.

Por otro lado, es justo reconocer que la agenda oficial de la Cumbre de las Américas fue muy prometedora. Los jefes de Estado hablaron de pobreza e inequidad, desastres naturales, tecnologías de la información, seguridad ciudadana y la integración física del continente. Todos son temas válidos. Pero hay dos detalles importantes. El primero es que para avanzar en estos asuntos no hace falta una cumbre. Hay mucho que los países pueden hacer por su cuenta; de hecho algunos evidencian gran progreso. Pero no todos. Y los que siguen estancados no es a causa de sus vecinos. Los culpables del atraso son los mismos jefes de Estado que pronunciaron incandescentes discursos en la Cumbre. El segundo detalle es que los temas que más atención atrajeron no fueron estos asuntos prioritarios, sino otros sobre los cuales nadie espera que pase mucho: drogas y Cuba.

Sobre las drogas hay una buena noticia que ya ocurrió independientemente de la Cumbre: 2012 pasará a la historia como el año en que se levantó la prohibición para pensar en alternativas a la política sobre drogas que ha impuesto Estados Unidos. Esto no quiere decir que se vaya a abandonar una estrategia que claramente ha fracasado. Pero sí que ahora está permitido explorar otras posibilidades; que esto haya ocurrido en Cartagena es una señal de progreso. Y luego está Cuba. Varios presidentes están furiosos porque Cuba no está invitada a participar en la Cumbre de las Américas. El hecho de que este foro sea solo para países democráticos es, para ellos, un detalle irrelevante.

¿Qué tienen en común estos dos temas, las drogas y Cuba? Que ambos les permiten a los participantes en la Cumbre desviar la atención de sus propias fallas y dirigir el reflector hacia Estados Unidos. ¿Para qué hablar de la represión en Cuba, la libertad de prensa en Ecuador, el populismo argentino o la militarización de Venezuela si podemos hablar de Estados Unidos?

¿Cuál hubiese podido ser una agenda con consecuencias concretas? Aquí están dos posibles puntos:

1. El desarme latinoamericano. Esta es la región más homicida del planeta. Sufre de más muertos por armas de fuego que zonas del mundo que están en guerra. ¿Por qué no usar la Cumbre para que los presidentes de la región (después de denunciar a EE UU por sus criminales exportaciones de armamento) promuevan un plan para reducir el número de armas que tan libremente circulan y que están diezmando a su gente, especialmente a los jóvenes? Podrían lanzar una ambiciosa iniciativa que organice y movilice a madres, sindicatos, empresas, universidades, medios de comunicación, artistas y la sociedad en general para hacer de Latinoamérica una región con menos armas. Ingenuo, lo sé. Pero quizás más ingenuo aún es seguir sin hacer nada al respecto.

2. Inmigración. No me refiero a la disfuncional política inmigratoria de EE UU. Esa hay que reformarla. Pero, mientras eso sucede, ¿por qué los gobernantes de América Latina no hacen algo por mejorar la manera en la que sus países tratan a los trabajadores extranjeros de países vecinos? La inaceptable política de EE UU hacia los indocumentados es un dechado de virtudes comparada con las crueldades y abusos a los que son sometidos los inmigrantes pobres dentro de América Latina.

Estos son solo dos temas. Hay más. Pero no serán discutidos en las cumbres porque implican mirar hacia dentro y revelarle al mundo cosas horribles. Por eso es mejor hablar de los hermanos Castro y de la marihuana.

Las Américas venden optimismo

Las Américas venden optimismo

Más de 700 hombres de negocios se reúnen en el primer foro empresarial del continente

El presidente Juan Manuel Santos inauguró la reunión en vísperas de la cumbre de Cartagena

Cartagena de Indias De izquierda a derecha, los presidentes de México, Felipe Calderón; Colombia, Juan Manuel Santos; y Chile, Sebastián Piñera, este jueves en Cartagena de Indias. / REUTERS

América Latina quiere hablar del siglo XXI y no sólo eso, quiere mostrar al mundo que ha nacido una región que recibe el 32% de la inversión global y ha situado a un país, Brasil, como sexta potencia económica del planeta. Las Américas tienen la confianza de quien hizo los deberes tras la crisis de 2009 y fruto de ese optimismo es la inauguración este viernes, en el marco de la Cumbre de las Américas que se celebra en Cartagena de Indias (Colombia), de la primera reunión continental de empresarios, con la asistencia de 12 jefes de Estado y cerca de 700 hombres de negocios de más de 20 países.

Reformas estructurales, una gestión macroeconómica prudente y la demanda sostenida de materias primas a precios altos por gigantes como China han permitido que América Latina sea vista hoy, como ha dicho Luis Alberto Moreno, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), como “un motor de la recuperación económica mundial”. Los datos son apabullantes y las expectativas más: la región acapara ya el 16% del comercio mundial, la pobreza desde 1999 se ha reducido un 17%, el promedio del crecimiento regional en el periodo 2003-2008 fue del 4,9%, Brasil ha duplicado el número de visas concedidas a ejecutivos extranjeros desde 2006 y de mantenerse esta bonanza los expertos del BID calculan que en una generación la clase media latinoamericana estará formada por ¡500 millones de personas!.

Este clima de optimismo presidió la intervención del presidente colombiano, Juan Manuel Santos, al inaugurar la cumbre de los empresarios, “la más importante de las celebradas en nuestra historia”, según sus primeras palabras. Santos, que hizo un discurso importante sin leer notas, se refirió al cambio experimentado por la región desde que se celebrase la primera Cumbre de las Américas en Miami en 1994, cuando “todo eran problemas, no había responsabilidad en el manejo de la economía y los mercados e inversores nos veían con prevención», y destacó «los resultados que podemos ofrecer ahora casi 20 años después”. “Si jugamos bien nuestras cartas, si ponemos en marcha las políticas correctas y pensamos a lo grande podremos decir después de tantos años que el futuro ya llegó”, subrayó.

Para hacer irreversible esa expectativa de futuro, el presidente colombiano consideró necesario “que los países del Norte vean a los del Sur como una región de oportunidades, y los latinoamericanos a los del Norte como socios”, resumiendo su receta con esta fórmula: trabajo común, buen gobierno y concertación con la sociedad civil, sobre todo con la iniciativa privada.

Como no podía ser de otra manera, Santos, que es portada esta semana de la revista Time, se detuvo en el milagro colombiano. Pocos países han superado como Colombia en los últimos años una etapa tan dramática de violencia, tanto de la guerrilla como por parte del narcotráfico, y recuperado en tan poco tiempo la confianza de los inversores extranjeros. “Hace 10 años éramos casi un Estado fallido, al borde de la suspensión de pagos”, reconoció, para señalar a continuación que la “primera razón para lograr esa transformación fue la gobernabilidad, la recuperación de la capacidad del Estado para poner en marcha las reformas”. Una senda virtuosa en la que tiene como referencia, según citó, las políticas llevadas a cabo por Felipe González, Bill Clinton, Tony Blair, Fernando Henrique Cardoso y Lula da Silva.

La desigualdad
y la violencia
siguen siendo
dos factores de riesgo

Pero el camino hacia la consolidación del éxito de América Latina no está libre de espinas y dificultades, desde que el crecimiento anual de China siga rondando los dos dígitos hasta la recuperación económica de Estados Unidos pasando por evitar la tentación del proteccionismo comercial y el nacionalismo económico. Dos peligros de actualidad en las últimas semanas, como ilustran las decisiones del Gobierno argentino hacia la petrolera YPF o el contencioso que mantienen Brasil y México por la importación de vehículos mexicanos.

No menos preocupantes son otros dos factores de riesgo, como la desigualdad y la violencia asociada al narcotráfico y al crimen organizado. En 2010, América Latina tenía 177 millones de pobres, un lacerante 31,4% de la población, según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), y se había convertido en la región más violenta del mundo después de África. La tasa de homicidios entre el año 2000 y 2008 pasó de 20 a 26 por 100.000 habitantes, con Brasil, Venezuela, México y Centroamérica a la cabeza en el ranking de la inseguridad.

La cumbre de empresarios, sin precedentes, no tiene previsto redactar comunicados ni publicar documentos, pero este viernes ninguno de los presentes en Cartagena de Indias parecía dispuesto a perder tal vez la mayor oportunidad histórica de América Latina.

Colombia: ¿Diagnósticos errados sobre las Farc?

Colombia: ¿Diagnósticos errados sobre las Farc? – por Eduardo Mackenzie

Cuidémonos de darle peso excesivo a ciertos diagnósticos sobre el estado de las Farc.  La frase “las Farc están debilitadas y reducidas”, o su variante “las Farc no están derrotadas, pero sí debilitadas”, alcanza hoy el rango de categoría política intocable.  Y todo el mundo  debe estar tranquilo tras oír eso. Con esa expresión comienza y culmina el análisis de ciertos especialistas y hasta de los voceros del gobierno y de algunos jefes militares. Tal diagnóstico cobra fuerza, sobre todo, después de cada golpe contra ellas, como los ocurridos en Arauca y Meta, en marzo pasado, donde hubo casi 70 guerrilleros abatidos, y tras la puesta en libertad,  sin contraprestación evidente, de los últimos 10 uniformados que tenía ese movimiento armado.

Sin embargo, un éxito militar de hoy contra la guerrilla puede ocultar una derrota política futura del Estado.

El análisis sobre la seguridad nacional no debe partir de la situación física y psicológica de la guerrilla. Debe comenzar, por el contrario, con un diagnóstico lo más exacto posible sobre la capacidad  de lucha, militar, intelectual y política, del Estado que hace frente a ese difícil adversario.  Lo fundamental es saber cómo está el Gobierno, el Ejército, la Justicia y, sobre todo, si hay unidad entre éstos y la sociedad civil en la lucha contra el proyecto y las acciones del terrorismo. Ese es, quizás, el buen enfoque.

¿Cuál es el análisis que hace el Gobierno en estos días? Que todo va muy bien.

Sin embargo, eso podría ser sólo un espejismo. ¿De qué sirve saber que las Farc  “están debilitadas y reducidas” si lo que sigue, tras esa constatación, es que el Gobierno estima que es necesario negociar con ellas?  ¿De qué sirve saber que la guerrilla está “aislada” si  los medios envían a la población un mensaje peor aún: que hay que ceder pues la victoria militar contra ella “no es posible”?

Si el Gobierno se muestra confuso y vacilante sobre lo que debe hacer en el terreno político luego de propinarle golpes al terrorismo, dando a entender que podría dialogar si ellos dejan de secuestrar, o de reclutar niños (como si ese viraje fuera posible),  y si precisa que podría negociar (“personalmente”, es decir en secreto y a espaldas de todo el mundo), el panorama del fin de conflicto no es claro.

Sobre todo si el Gobierno, tras verificar que la guerrilla está menguada, hace lo indispensable para cambiar la Constitución para que, mediante la llamada “justicia transicional”,  los jefes terroristas, en últimas,  tras  la supuesta “negociación”, no sean castigados sino premiados, y para que  las víctimas de éstos no sean reconocidas sino ignoradas.  ¿Qué habremos ganado si los que buscan encarcelar a los militares y a otros servidores de la Patria, en lugar de protegerlos y honrarlos,  son los nuevos orientadores del Gobierno?

La cosa, entonces, va mal, a pesar de los aparentes descalabros del terrorismo.

En otras palabras, si  la actividad militar, aún la más exitosa y heroica,  no va acompañada de una postura política firme, a corto, mediano y largo plazo, de desmantelamiento militar y político efectivo del terrorismo, no sólo de su  capacidad ofensiva, sino de su “filosofía” social, el país va en la dirección errada: avanza, es cierto, pero hacia la derrota, no hacia el triunfo de la libertad sobre la violencia.

El combate que hace la guerrilla contra el Estado democrático no es una guerra ordinaria, es una guerra total y sobre todo política. Esta consiste en algo muy simple: la guerrilla mata, destruye, corrompe y hasta pierde en el terreno militar, pero gana, al final, en el terreno político, gracias a la llamada “salida negociada”.

La guerrilla es algo muy particular. Tiene un doble carácter  que se mantiene oculto: ella siempre es débil y siempre es fuerte. Es débil ante a un Estado democrático, único actor legítimo, y es fuerte pues dispone de aliados extranjeros y porque logra convencer a su adversario de que su legitimidad es dudosa. Éste debe, en consecuencia, rendirse políticamente, incluso tras años de violentos combates.

La guerrilla es fuerte porque su debilidad militar no es el factor central. Es fuerte pues pretende tener un punto de vista político y moral “superior”. ¿Por qué? Porque el Estado que reprime la violencia comunista, dice, no es democrático sino “fascista”.  Convencer a su adversario de esa impostura es el arma más letal y más secreta de todas las direcciones comunistas que en el mundo han sido.

El Estado que no se protege contra esa labor insidiosa, política y psicológica a la vez, termina vencido.

Por eso no existe guerrilla comunista sin aparatos de propaganda, sin agentes de influencia, sin infiltraciones calculadas y a largo plazo, y sin agitadores que mienten y aparentan no compartir aquellos objetivos ni aquellos métodos.

En esas condiciones, cuando una guerrilla gana (fenómeno muy raro en la historia) no es por sus acciones armadas, sino por el empuje de su falsa dialéctica dentro de la sociedad abierta.

La lucha ideológica, política, intelectual y filosófica contra la subversión armada comunista es, pues, un factor decisivo. La sola acción militar no basta para derrotarla. Es lo que creía Chan Kai-chek cuando luchaba contra Mao. Es lo que creía Batista cuando combatía a Fidel Castro.

Si por ceguera, cobardía o complicidad, esa lucha ideológica, política e intelectual no la hace el Estado, las libertades no tienen futuro. En esas circunstancias, no le queda más remedio a la sociedad civil que apersonarse de eso. Es lo que está ocurriendo en Colombia. La batalla intelectual, filosófica y cultural en defensa de la democracia está hoy en manos de un puñado de políticos, intelectuales y periodistas abnegados, que deben abrirse paso no sólo contra los aparatos bien financiados de la subversión, enquistados en  puntos claves de la sociedad, sino contra la hostilidad del gobierno, que llegó a acusarlos, por puro atraso, de ser una “mano negra”. La lucha es también contra la misma justicia, que los amenaza con procesos absurdos y que hasta ha pedido la censura para algunos de ellos.

Cuando el combate político del campo democrático da pasos para organizarse y extenderse a nivel del continente, la subversión armada deviene histérica: hace unos días, la prensa chavista de Venezuela saltó como una cabra para estigmatizar al ex presidente Álvaro Uribe y la Fundación Internacionalismo Democrático. Chávez ve en ello una amenaza contra él y contra los supuestos “gobiernos progresistas” de la región. Ellos son más conscientes que otros que la información y el combate ideológico es principalísimo. Veremos algo más de eso, con gesticulaciones ridículas, en la VI Cumbre de las Américas, el 14 y 15 de abril próximo en Cartagena, pues el “movimiento bolivariano”  piensa transformarla en tribuna para agitar sus tesis.

Santos emerge como líder regional en Cumbre de las Américas

Santos emerge como líder regional en Cumbre de las Américas

 

Juan M. Santos
Juan M. Santos

Fernando Vergara / AP

Vivian Sequera y Frank Bajak

AP

Cartagena, Colombia — El veto de Washington a la presencia de Cuba amenazaba con hacer fracasar la Cumbre de las Américas de este fin de semana en este puerto colonial colombiano.

El anfitrión Juan Manuel Santos, no obstante, tomó el toro por los cuernos y viajó a Cuba para explicarle personalmente a sus líderes que era imposible invitarlos al no haberse alcanzado un consenso regional. El gobierno cubano le agradeció el gesto y le dijo que no tenía la intención de arruinar la cumbre insistiendo en ser invitado.

Después de todo, sin el presidente Barack Obama no hay cumbre, le comentó en broma el gobernante cubano Raúl Castro, según funcionarios que pidieron no ser identificados.

Se evitó así un desastre y se afianzó la imagen del presidente colombiano Santos como diplomático astuto y hábil mediador.

“Hay pocas dudas de que Santos ha emergido como un líder regional. Esta fue su aspiración desde el día que asumió el cargo”, indicó Michael Shifter, presidente del centro Diálogo Inter-Americano, en Washington.

Santos ha probado, desde que asumió la presidencia en agosto del 2010, su pragmatismo político y habilidades diplomáticas perfilándose así como un nuevo líder regional en una América Latina que aún no llena la vacante dejada por el ex mandatario de Brasil Luiz Inacio Lula da Silva y que ve palidecer al presidente venezolano Hugo Chávez, quien sufre de cáncer.

A pesar de algunos éxitos diplomáticos, con impacto mayormente doméstico, a Santos le queda todavía un largo trecho para ser el indiscutible líder latinoamericano que se mueva como pez en el agua, como lo hizo Lula, entre Washington, La Habana, Caracas o La Paz, entre otras capitales, apagando fuegos o resolviendo problemas ya sea por disputas bilaterales o multilaterales e incluso nacionales, coincidieron analistas consultados por la Associated Press.

Después de jurar como presidente Santos, de 60 años, enmendó las relaciones diplomáticas con Venezuela y Ecuador, participó en un acuerdo para el regreso a Honduras del depuesto mandatario Manuel Zelaya y ha continuado apoyando la lucha contra el narcotráfico, enviando agentes a México y ofreciendo una asistencia similar a naciones de Centroamérica.

También ha abierto su país para incrementar la inversión de China, y todo eso mientras sigue siendo el más cercano aliado de Washington en Latinoamérica.

Este egresado de la Universidad de Kansas, y miembro de una de las familias más influyentes de Colombia –su tío abuelo, Eduardo Santos, fue mandatario de Colombia entre 1938 y 1942–, aún debe probarse aún más alla de temas de impacto doméstico y con sus vecinos.

Y emular a Lula no será tarea sencilla.

Lula no sólo fue un interlocutor eficiente que auxilió a Chávez en medio de la crisis desatada con la revuelta militar de abril del 2002 y la posterior huelga del sector petrolero, enviando embarques brasileños de combustibles, sino que medió entre Chávez y otros dirigentes de la región cuando Colombia, presidida entonces por Alvaro Uribe, quedó en una encrucijada y era intensamente criticada por un plan de ampliar la presencia de militares estadounidenses en bases en el país en el 2009.

El ex mandatario brasileño (2003-2010) además jugó en las grandes ligas cuando Brasil era el más fuerte representante de los países en desarrollo latinoamericanos en el llamado Grupo de los 20 (G-20), que negociaba un acuerdo comercial global con Estados Unidos y la Unión Europea en la llamada Ronda de Doha de la Organización Mundial de Comercio (OMC). Además, se resistió a abrir los mercados de este lado del mundo sin que las naciones industrializadas abrieran los suyos y cortaran los subsidios a sus productores agrícolas.

Por decisión de las Naciones Unidas, Brasil además se convirtió en una de las patas más importantes de la mesa para auxiliar a Haití, la más nación más pobre del hemisferio, al encabezar un contingente militar de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (Minustah) desde la creación de esa misión en 2004.

“Lula tenía un enorme carisma y en su ausencia realmente no hay mucha competencia”, afirmó Cynthia Arnson, directora para América Latina del Centro Woodrow Wilson, en Washington.

Santos trataría de aprovechar el hecho de que a la sucesora de Lula, Dilma Rousseff “no le interesa tanto el candelero y se preocupa más de los asuntos domésticos”, según Shifter.

Arnson, no obstante, señala que “Colombia no tiene el peso económico, ni de cerca, que tiene Brasil”, la sexta economía del mundo.

Pero a Santos no le faltan ambiciones y el fin de semana pasado, en una entrevista publicada en el diario bogotano El Tiempo, cuya propiedad fue de su familia hasta hace muy poco, el mandatario declaró que Estados Unidos y Cuba debían acercase y cambiar sus relaciones, y que estaba dispuesto a aportar su granito de arena para ese fin.

Además Santos indicó que carecía de todo sentido que Cuba siguiera excluida de cumbres como la de las Américas.

Ya países como Brasil han dicho que se ausentarán si Cuba nuevamente queda por fuera del cónclave. El presidente de Ecuador, Rafael Correa, fue más allá. Aunque agradeció la invitación de Colombia a la cita dijo que no podía asistir, después de todo fue él quien propuso hacer un boicot y ausentarse de Cartagena en caso La Habana quedara por fuera de la VI edición de la reunión hemisférica.

Entre los logros que más se le reconocen a Santos está la reanudación de relaciones con Venezuela.

Cuatro días después de asumir el cargo en agosto del 2010, Santos y Chávez se reunieron en la ciudad colombiana de Santa Marta y anunciaron la reanudación de lazos.

Santos declaró a Chávez como su “nuevo mejor amigo” y con el paso de los meses ha logrado que Caracas, con cooperación de la policía colombiana, detenga y entregue a Bogotá o extradite a Estados Unidos a narcotraficantes buscados en ese país. También que Venezuela capture a miembros medios de las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y algunos sean deportados a Colombia, aunque otros aún aguarden una medida similar.

Entre Quito y Bogotá ya venía produciéndose una lenta normalización de las relaciones desde fines del gobierno de Uribe, tras la ruptura declarada por Ecuador por un ataque militar colombiano en marzo del 2008 en su territorio a un campamento de las guerrillas de las FARC, en el que fue abatido Raúl Reyes, uno de los siete miembro de la jefatura insurgente. Santos y el presidente Rafael Correa se encontraron primero en los actos de posesión del mandatario colombiano y luego en una visita de Correa a Colombia en diciembre del 2010.

Como reflejo de la buena relación con sus vecinos, Santos, explicando que Caracas lo había solicitado antes que Washington, entregó a Venezuela a Walid Makled, un narcotraficante venezolano buscado por Washington.

“En contraste con la relación solícita que tenía Uribe, Santos ha adoptado un posición más pragmática y distante”, señaló Arnson, del Centro Woodrow Wilson.

Pero además Santos archivó un pacto sellado por Uribe con EEUU para ampliar la presencia de militares estadounidense en bases colombianas.

Aunque Santos ha admitido que aún tienen dificultades, Colombia está lejos de ser aquel campo de batalla de fines de los años 80 y los 90, cuando los grandes carteles de la droga asesinaban a candidatos presidenciales, ministros, magistrados y periodistas, entre otros, mientras la guerrilla y el paramilitarismo se regodeaban en su control territorial.

Ese era un escenario que hacía sentir poca confianza a los mandatarios de Estados Unidos para quedarse a dormir en Colombia una noche.

En el caso de Obama serán dos noches las que se quede en Cartagena.

 

Colombia: Errores militares – por Fernando Londoño Hoyos

A nadie le importa averiguar en Colombia por qué estamos perdiendo la guerra.

“Si al comienzo no muestras quién eres, nunca podrás después, cuando lo quisieres.” (Infante Don Juan Manuel en El Conde Lucanor).

El caso de la muerte de un suboficial y 10 soldados en Arauca ha quedado cerrado. El Cabo tuvo la culpa por no cumplir los manuales que le dieron antes de ponerse en marcha con su escuadra. Y como nadie recuerda cómo se llama el Cabo, y como los muertos nunca tienen la razón, la causa se da por concluida.

A nadie le importa averiguar por qué estamos perdiendo la guerra.
En Arauca, como en La Guajira, en Norte de Santander y en el Cesar; en la costa del Pacífico, desde la frontera con el Ecuador hasta los límites con Panamá; en la antigua zona de distensión; en el Caquetá y en el Vichada, y en el bajo Cauca antioqueño y en Córdoba, la situación vuelve a parecerse a la del año 2002.
Libramos las cifras con los ataques certeros de la Fuerza Aérea, contando con respaldos de verificación y toma del terreno de comandos especiales o de la Policía. Lo demás es el desastre.
Los centros de observación serios que nos quedan revelan la verdad. Las estadísticas son las peores del último decenio.

La clave anda muy lejos de Arauca. El Tribunal Superior de Cali acaba de confirmar la condena contra el mayor Mauricio Ordóñez Galindo, y ocho de sus hombres, a la pena de 46 años de prisión, por haber dado de baja a cuatro bandidos que siendo o pareciendo miembros de las Farc azotaban las montañas que descienden hacia Cali. Desesperados los vecinos de la región por las extorsiones, las amenazas y los ataques que padecían, acudieron al Gaula comandado por el mayor Ordóñez. En perfecta operación militar, los sujetos, con tenebroso pasado judicial, lleno el cuerpo de cocaína y licor, portando armas que accionaron contra la tropa, cayeron abatidos.

El Tribunal nunca preguntó a los vecinos si como resultado de la acción militar recuperaron la perdida calma. ¿Para qué? Nunca se manifestó impresionado por el pasado de esos delincuentes. Nunca se inquietó por la desaparición de una pareja que habitaba la zona y que fue puesta por el Ejército a cubierto del fuego que podía desencadenarse. Primero dijeron que nada vieron, y después, manipulados por la Fiscalía, lo vieron todo. Ni la ubicación ni las sombras de la noche les estorbaron la visión. La recobraron como por encanto y luego… desaparecieron. Es imposible contrainterrogarlos, ni reconstruir con ellos la escena. El Juez y el Tribunal se quejan de que los hubieran movido antes del combate, porque se trataba de eliminar testigos. Tome nota el Ejército. De los combates hay que tener testigos. Resguardar civiles es prueba de culpabilidad.

El mayor Ordóñez dio una orden ilegítima. Y la ilegitimidad aparece porque cumpliéndola murieron civiles. ¡Vaya joya de lógica! Y porque en ella se daba, tácitamente, la orden de matar. Y este es el diamante de la corona. Los subalternos pueden obedecer, siempre y cuando “no se trate de una orden de matar” (página 24 de la sentencia).

También falló el mayor, porque no llevó consigo un fiscal. Quede claro: de aquí en adelante, operaciones sin orden de matar y con fiscal a bordo. Si los fiscales se suben a bordo de semejante buque. Y también falló el mayor porque se ofrecieron y dieron recompensas a los que denunciaron a los bandidos. Se trata de un negocio y el móvil del crimen es el dinero. Lo dice el Tribunal.
Hasta hoy teníamos el cuadro dramático de un Ejército que se negaba a combatir. Desde hoy, será peor. No habrá mando que imparta una orden de operaciones.

Arauca y Cali. Es lo mismo. Un Ejército que no puede combatir y al que asesinan a mansalva, porque no combate. Puede seguir el ilustre Ministro de la Defensa inaugurando impresionantes batallones. Más banderas, más himnos, más desfiles. Pierde su tiempo. Dedíquese mejor a combatir sentencias como la de Cali. Por esa y muchas otras parecidas perdemos la guerra.

 

Nuevo homenaje a Tirofijo en el bastión chavista de Caracas

ENÉRGICA PROTESTA DE COLOMBIA

Colombia ha enviado una protesta por un nuevo homenaje realizado en Caracas al exlíder terrorista de las FARC, Manuel Marulanda, «Tirofijo».

 
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Homenaje a Tirofijo celebrado en Caracas. | EFE
 
Martín Higueras / 

A través de un comunicado, el Gobierno de Colombia ha expresado su «indignación» por el homenaje celebrado en Caracas al ex líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Manuel Marulanda Vélez, alias «Tirofijo».

En el escrito, el Ministerio de Exteriores de Colombia reconoce que se trata de un acto organizado «por iniciativa de particulares» pero aclara que «no podemos no manifestar el dolor que nos produce que un grupo de hermanos venezolanos rinda homenaje a una persona cuyo accionar ha causado dolor a millones de colombianos y ha dejado miles de víctimas».

Recuerda que este terrorista «representa décadas de terror de las FARC, el horrible crimen del secuestro donde tantos compatriotas han sido víctimas, del narcotráfico, del reclutamiento de niños y tantos otros crímenes que han golpeado a este país». Además, rechaza «las manifestaciones de apoyo o simpatía que algunos sectores de la sociedad venezolana expresan hacia jefes o militantes de organizaciones internacionalmente reconocidas como terroristas».

El homenaje en cuestión se celebró el pasado sábado en la plaza que lleva el nombre del ex líder terrorista con motivo del cuatro aniversario de su muerte. En ese lugar, ubicado en el sector 23 de enero de la capital venezolana–considerado como un bastión chavista– se exhibe un busto suyo.

«Marulanda» fundó las FARC en mayo de 1964 y se mantuvo como su principal líder hasta su muerte el 26 de marzo de 2008 de un ataque cardíaco en la selva colombiana. Sus sucesores fueron Alfonso Cano y el actual líder terrorista, Rodrigo Londoño Echeverri, más conocido como «Timochenko«.

Militares dan muerte a 32 guerrilleros de las FARC

 
 

Juan Manuel Santos dando declaraciones este lunes en Villavicencio, Colombia. Santos informó que al menos 32 guerrilleros de las FARC han muerto en un operativo de las fuerzas de seguridad colombianas.
Juan Manuel Santos dando declaraciones este lunes en Villavicencio, Colombia. Santos informó que al menos 32 guerrilleros de las FARC han muerto en un operativo de las fuerzas de seguridad colombianas.

Cesar Carrión / EFE

CESAR GARCIA

AP

BOGOTA — El presidente Juan Manuel Santos anunció el lunes que 32 guerrilleros de las FARC fueron muertos en una operación conjunta del ejército, la fuerza aérea y la policía, lo que elevó a 141 los rebeldes muertos en combate este año, dijeron las fuerzas armadas.

El mandatario precisó que el operativo se realizó en el sitio El Silencio, en el municipio de Vista Hermosa, departamento de Meta, a 110 kilómetros al sur de Bogotá.

Santos hizo el anuncio antes de iniciar un consejo de seguridad en la ciudad de Villavicencio (Meta), a 75 kilómetros al sur de la capital colombiana.

“En Vista Hermosa, esta mañana, a eso de las tres y media, se inició una operación… que dio muy buenos resultados: hasta ahora, porque la operación continúa, van 32 miembros de las FARC dados de baja y cuatro capturados”, explicó el jefe de Estado.

En su cuenta de Twitter, Santos felicitó después a las fuerzas del orden y calificó como “duro” el golpe propinado a las FARC.

Un comunicado posterior de las Fuerzas Militares dijo que en la acción además fueron capturados dos hombres y tres mujeres.

“Con este nuevo golpe, las Fuerzas Militares han dado muerte en combate a 141 integrantes de las Farc entre el primero de enero y la fecha. Los capturados en este período suman 264 y los desmovilizados, 217”, dijo el comunicado.

Este es el segundo golpe fuerte que el gobierno ha propinado a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en lo que va del año. La semana pasada el ejército dio muerte en Arauquita, departamento de Arauca y a unos 400 kilómetros al noreste de Bogotá, a 33 de sus integrantes.

“Esto (de Vista Hermosa) se suma a la operación que se hizo en Arauca la semana pasada con un número similar”, añadió.

Según Santos, las fuerzas armadas “no van a parar, van a continuar, van a perseverar, como han sido las instrucciones y como es su actitud y como ha sido su acción”.

Informó igualmente sobre la captura, la víspera, de seis miembros de las FARC en el municipio de Restrepo –80 kilómetros al sur de Bogotá y también en Meta–, entre los que había un ideólogo del frente 53 de ese grupo guerrillero.

“Quiero repetir: la ofensiva continúa”, enfatizó.

El general José Javier Pérez, comandante del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Militares, dijo vía telefónica a The Associated Press que “en este momento seguimos en este operativo, y el balance inicial, hasta el momento, es el que dijo el presidente Santos. Nosotros estamos consolidando las cifras”.

Para el analista Alfredo Rangel, de la Fundación Seguridad y Democracia, que conoce del conflicto colombiano, “estos dos golpes contundentes que han realizado las fuerzas militares en los últimos días demuestran ahora la ofensiva militar contra las FARC, demuestran que de nuevo tomaron iniciativa de atacarlos (a los guerrilleros) en todos sus frentes y que seguirán en todo el país”.

Para Rangel, no sería extraño que las FARC le pongan trabas a la entrega de 10 militares y policías que tienen en su poder desde hace más de 12 años y que anunciaron dejarán libres los próximos 2 y 4 de abril.

“No sería sorprendente que las FARC, frente a esta ofensiva del ejército, resolvieran dilatar las entregas, aún cuando no tendrían absolutamente ningún argumento para hacerlo y creo que quedarían muy mal frente a la comunidad nacional e internacional si por esta causa (de los operativos) no cumplen con los plazos que ellos mismos han establecido” para las liberaciones, comentó Rangel.

El ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, aseguró al canal de televisión Caracol que el gobierno “ha hecho todo lo que esta a su alcance” para que los 10 retenidos vuelvan a casa.

“El viceministro (Jorge Enrique) Bedoya ha venido coordinando todos los protocolos para que estas personas se liberen…, (pero) los días corren, corren y corren (para) esas liberaciones” por parte de las FARC.

Para el comandante de las Fuerzas Militares, general Alejandro Navas, la liberación de los 10 rehenes no debería tener inconvenientes porque “estas son políticas diseñadas por el gobierno nacional con grupos subversivos y estas son las reglas del fuego”.

Navas insistió en que “no hay terrenos ni áreas vedadas en Colombia (para los militares)”.

En tanto, Marleny Orjuela, una activista que lidera un organismo no gubernamental y a quien las FARC le entregarán los 10 cautivos, dijo en conversación telefónica que “no creo que por estos operativos se cancelen las liberaciones”.

Según Orjuela, “desde luego que somos optimistas de que las FARC cumplan con las fechas de las liberaciones, el 2 y 4 de abril”.